Los Hijos
Los Hijos. Son una bendición,, son la esencia del hogar, y un regalo de Dios.
Herencia del Señor son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre. Salmos 127:3.
Mujeres hacia la excelencia
¿Qué puedo hacer?
¿Qué puedo hacer? Hay situaciones en la vida en la que nos estamos preguntamos qué puedo hacer?
Encomienda a Dios tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.
Proverbios 16:3.
La Administración del Tiempo
Para la administración del tiempo es necesario: Mirad con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. Efesios 5:15.
El lenguaje del cuerpo
El Lenguaje del cuerpo da muchos mensajes. Una Mirada, la forma de sentarnos, de caminar, aun cuando comemos los alimentos y hablamos mostrando la comida en la boca, la manera de dirigirnos a las personas ya sean niños o adultos, etc.
Tiempo para reír
Si en tu corazón reina la paz, que viene de Jesucristo, tendrás tiempo para reír y hacer reír a otros, trayendo sanidad al corazón afligido.
Responsabilidad
La responsabilidad, comienza con ser fieles en las cosas pequeñas de la vida, lo cual nos lleva a la excelencia espiritual. Dios desea que sus hijos sean excelentes en cada pequeña responsabilidad que tienen, del tal manera que él pueda ubicarlos en cosas grandes.
Promesas de Dios
Las promesas de DIOS siempre se cumplen porque El es fiel. Búscalo y descubre la belleza de ser Su Hijo y contar con todas sus promesas.
El Poder de los pensamientos
El poder de los pensamientos es tal, que puede llevar a una persona a cometer terribles acciones de las cuales tendrá que arrepentirse. Cual es su pensamiento en su corazón, el tal es el. Proverbios 22:7.
Descansa confiado
Descansa Confiado Puedes descansar confiado, porque Dios esta contigo. No tendrás temor porque Dios no duerme mientras tu descansas confiado.
Preguntas con Respuestas
Tienes preguntas sin respuestas? Con Dios todas las preguntas con respuestas vienen en un solo paquete. Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. Jeremías 33:3.