Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Lucas 6:31
Cuando hablamos, hacemos algo, vamos a algunos lugares, compramos algo, ayudamos a alguien, hacemos sexo, y en muchas otras situaciones, cuando hay dos o más personas involucradas en la acción, es muy saludable recordar que lo que hacemos, eso también recibimos.
Esto es amar al prójimo como así mismo. Lo que das, recibes.
Las palabras descritas en Lucas 6:31, indican la regla de oro de la vida: Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás.
Principio divino que al ponerlo en práctica trae grandes dividendos:
Paz al corazón, Buenas relaciones interpersonales, credibilidad, respeto, confianza, y Honra a Dios Quien desea que vivamos en armonía como seres humanos.
Ninguno busque su propio bien sino el del otro. 1 Corintios 10:24.
El bienestar de otros y para nuestra propia conveniencia, debería ser examinado en muchas cosas que hacemos y preguntarnos si nosotros se las haríamos a ellos.
Muchas personas enfrentan serios problemas de relaciones interpersonales, porque no reflexionan en el como queréis, haced también.
Y hacen las cosas como ellos piensan que está bien, sin pensar en cómo lo demás quieren, prefieren o piensan.
Necesitamos tener la justicia de Dios, para ser justos y así como queremos que los demás hagan con nosotros así hacer nosotros también con ellos.
La ley de la siembra y la cosecha se refleja en Lo que siembras, eso recoges. Si quieres miel, da miel, si quieres amor, da amor.
Los seres humanos deseamos recibir buen trato, respeto, compasión, misericordia, y como queréis, así también haced vosotros.
Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Dios, hasta que venga y os enseñe justicia.
Dios te bendiga,
Tu hermana y Amiga,
Alva Vargas de contreras.
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